Ella se arrastraba lentamente, para algunos, y tan rápido como se lo
permitiera su pesado cuerpo, pese a todo lo que pensaran de ella, y a sus
propias creencias, logro sortear enormes lagos formados por gotas de lluvia,
tierras fangosas colmadas de pesares, ideas limitantes, miedos, mentiras,
dolores y egoísmos heredados.
Hasta que
un día, no pudo ni moverse, todo su organismo se paralizo, parecía que todo
estuviera puesto de cabeza, que todo se desbordaba y hasta el cielo parecía a
punto de desmoronarse, de repente la oscuridad total…Internamente sentía una
oleada de miedos y confrontaciones, surgían desde dentro, como una sustancia
viscosa, que invadía todos sus órganos, y que ahora salía por sus poros como
una hiedra negruzca, dejándola inmóvil, enclaustrada en medio de temperaturas
asfixiantes.
Algo en ella, como una voz
huracanada, proveniente de sus más profundas raíces le hizo pensar y sentir que
la batalla en su interior aún continuaba, así que poco a poco espanto su enorme
tristeza, soltó todo ese nudo de eslabones que parecían enredarle el alma, y
sintió que podía surfear en el mar de la tranquilidad, y que ese lugar donde
habitaran sus miedos por tanto tiempo, ahora quedaba vacío, empezando a colmarse
de amor y luz universal…permitiéndose así trascender y viajar hasta el
infinito, y muy seguramente, un poco más.
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